A
finales del sesenta y seis, John Lennon, fue a una exposición de arte conceptual, en
la galería Indica de Londres.
Estando
en ese lugar vio algo que le llamó la atención. En un extremo de la galería se encontraba
una escalera y sobre ella una lupa. El ejercicio consistía en subir los
escalones y utilizar la lupa para ver un escrito pintado en un cuadro colgado en el techo. Jhon lo
hizo. Leyó ya palabra “yes”. Conmovido
por aquel símbolo de positivismo, preguntó de quién era tan sutil mensaje. La
artista era Yoko Ono. Aquella obra fue suficiente para conocerse y enamorarse
poco tiempo después.
Años
más tarde, viviendo con Yoko, ambos migran a Nueva York. Lennon, fue activamente
protestante contra el gobierno de los Estados Unidos. En su disco “Some time in New York City”, hablaba de los sucesos ocurridos la cárcel de Attica,
el activismo de Jhon Sinclair. Sumado a ello, se conocía abiertamente sus vínculos
con “Las Panteras Blancas”, colectivo
político estadounidense de izquierda radical y antirracista.
Lennon,
no quería vivir más en Inlgaterra; sin embargo, por su comportamiento, durante
muchos años le negaron la famosa “Green card”.
A tanta insistencia y con la condición de no seguir con esa actitud rebelde, el
gobierno le otorga a mediados del setenta y cinco, la residencia estadounidense,
cambiando la vida del “Beatle”.
Con una
visión más realizada y madura, lejos de drogas y el nacimiento de su hijo,
Lennon viajaba mucho, buscando paz, armonía y tranquilidad. En una de esas incursiones,
en las Islas Bermudas, Jhon descubre una flor llamada “Double Fantasy”. Esto le devolvió la inspiración y las ganas de
volver a grabar un disco, al que tiempo después tituló con el nombre de aquella
flor, que le había impresionado.
La
tarde del ocho de diciembre de 1980, a salir de su departamento ubicado en el
Edificio Dakota – famoso por la película de terror “Rosemary's Baby”-, acompañado de Yoko, es abordado por un supuesto
fan, llamado David Chapman. El sujeto le pidió a Lennon, que le autografiase un
disco, aquel con el nombre de flor. El momento fue captado por un fotógrafo aficionado
llamado Paul Goresh, capturando en imagen a John Lennon y a quien se convertiría
en su asesino, horas después.
Al regresar
ese mismo día como a las once de la noche, David Chapman, esperaba a Lennon. Realizó
cinco disparos, atentando contra su vida. Después del hecho, el asesino no huyó,
se quedó en la escena, leyendo un libro que traía entre manos, “El guardián entre el centeno”, la
historia de un personaje con problemas emocionales, tal como él.
La
foto de este artículo fue realizada por Yoko, quizás, en su afán de expresar su
arte conceptual, constituida por una mesa sobre la cual, reposan los lentes de
Lennon, su sangre y un vaso con agua, que él “Beatle”, nunca llegó a
beber.
Hola, mi nombre es Luis Collahua, tengo 16 años y te agradezco por seguir publicando artículos. Me gustaría que un futuro hables sobre "Cien años de soledad", es una de mis novelas favoritas. Te felicito por tu contenido, y no dejes de escribir.
ResponderBorrarGracias por tu comentario estimado Luis. Tendré en cuenta tus recomendaciones. Un abrazo y bendiciones para ti.
Borrar