miércoles, 8 de diciembre de 2021

EL ARTE CONCEPTUAL Y JOHN LENNON

A finales del sesenta y seis, John Lennon, fue a una exposición de arte conceptual, en la galería Indica de Londres.

Estando en ese lugar vio algo que le llamó la atención. En un extremo de la galería se encontraba una escalera y sobre ella una lupa. El ejercicio consistía en subir los escalones y utilizar la lupa para ver un escrito pintado en un cuadro colgado en el techo. Jhon lo hizo. Leyó ya palabra “yes”. Conmovido por aquel símbolo de positivismo, preguntó de quién era tan sutil mensaje. La artista era Yoko Ono. Aquella obra fue suficiente para conocerse y enamorarse poco tiempo después.

Años más tarde, viviendo con Yoko, ambos migran a Nueva York. Lennon, fue activamente protestante contra el gobierno de los Estados Unidos. En su disco “Some time in New York City”, hablaba de los sucesos ocurridos la cárcel de Attica, el activismo de Jhon Sinclair. Sumado a ello, se conocía abiertamente sus vínculos con “Las Panteras Blancas”, colectivo político estadounidense de izquierda radical y antirracista.

Lennon, no quería vivir más en Inlgaterra; sin embargo, por su comportamiento, durante muchos años le negaron la famosa “Green card”. A tanta insistencia y con la condición de no seguir con esa actitud rebelde, el gobierno le otorga a mediados del setenta y cinco, la residencia estadounidense, cambiando la vida del “Beatle”.

Con una visión más realizada y madura, lejos de drogas y el nacimiento de su hijo, Lennon viajaba mucho, buscando paz, armonía y tranquilidad. En una de esas incursiones, en las Islas Bermudas, Jhon descubre una flor llamada “Double Fantasy”. Esto le devolvió la inspiración y las ganas de volver a grabar un disco, al que tiempo después tituló con el nombre de aquella flor, que le había impresionado.

La tarde del ocho de diciembre de 1980, a salir de su departamento ubicado en el Edificio Dakota – famoso por la película de terror “Rosemary's Baby”-, acompañado de Yoko, es abordado por un supuesto fan, llamado David Chapman. El sujeto le pidió a Lennon, que le autografiase un disco, aquel con el nombre de flor. El momento fue captado por un fotógrafo aficionado llamado Paul Goresh, capturando en imagen a John Lennon y a quien se convertiría en su asesino, horas después.

Al regresar ese mismo día como a las once de la noche, David Chapman, esperaba a Lennon. Realizó cinco disparos, atentando contra su vida. Después del hecho, el asesino no huyó, se quedó en la escena, leyendo un libro que traía entre manos, “El guardián entre el centeno”, la historia de un personaje con problemas emocionales, tal como él.

La foto de este artículo fue realizada por Yoko, quizás, en su afán de expresar su arte conceptual, constituida por una mesa sobre la cual, reposan los lentes de Lennon, su sangre y un vaso con agua, que él “Beatle”, nunca llegó a beber.

Compartir En:    Facebook Twitter

2 comentarios:

  1. Hola, mi nombre es Luis Collahua, tengo 16 años y te agradezco por seguir publicando artículos. Me gustaría que un futuro hables sobre "Cien años de soledad", es una de mis novelas favoritas. Te felicito por tu contenido, y no dejes de escribir.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario estimado Luis. Tendré en cuenta tus recomendaciones. Un abrazo y bendiciones para ti.

      Borrar